Todos hemos saboreado la posibilidad de ser inmortales buscando métodos mágicos o científicos. Pero si lo vemos pensado bien y recordamos películas qué letras de experimentos buscan que la vida eterna es hallada por un científico loco.
Toda esta genialidad suele asociarse con la demencia o de ciertos trastornos mentales, vamos a tomar por ejemplo casos conocidos Como lo del doctor Frankenstein quien supuestamente como cuentan en sus historias éste habría recreado la vida uniendo diversas partes de cuerpos humanos, trayendo al mundo un monstruo.
Pero en esta nueva historia pero de la vida real hablaremos del caso de Laurent Inmans quien tiene 11 años y ya ha terminado la carrera en física y se prepara para hacer una maestría. Este niño pródigo ya acabó su licenciatura en tan sólo nueve meses y además de la maestría, está pensando hacer un doctorado.
Mientras la mayoría de los seres humanos pensamos en comprarnos vehículos, buena casa, tener buenos ahorros y viajar por el mundo este niño de 11 años quiere ser científico y su mayor deseo es crear robots que puedan ayudar con los quehaceres humanos de una forma más natural.
Pero la historia de laurel no se acaba y ya que esté acabó la primaria, secundaria, en un año y medio, también el bachillerato en un año y la universidad en tan sólo 9 meses.
Para Laura en el inicio del camino hacia la realización de su proyecto es la física cuántica pero quiere hacer todo esto desde su perspectiva.
Tal vez en un futuro no muy lejano recibamos la noticia de que este pequeño con tan sólo 11 años y con la ayuda de o su coeficiente intelectual de unos 140 jurado fabricar órganos que prolongan la vida.
Esto también sobrepasa su desarrollo, ya que vamos a ver de qué manera nos sorprende con sus estudios de posgrado que ahora lo encaminan hacia la medicina. Tal cual como era Víctor Frankenstein así todo extraordinario en la novela de Chile, pero Laurent en busca combinar la mecánica y la medicina en busca de la clave del éxito.